miércoles, 28 de noviembre de 2012

Reflexión sobre ¿Quién se llevó mi queso?



Reflexión sobre ¿Quién se llevó mi queso?

Seguramente uno de los principales motivos de resistirse al cambio es el temor al fracaso, debido al mismo hecho de no estar preparados para afrontarlo de la mejor manera.
Sin embargo, como hemos logrado darnos cuentas el miedo solo logra inmovilizarnos y no dejarnos actuar.
Por otra parte la comodidad y la sensación equivoca de sentir haber alcanzado el éxito son dos puntos negros en nuestra vida que solo consiguen nublar nuestras visiones, opacar nuestras virtudes y dejarnos estáticos ante una sociedad que genera cambios constantemente.
A su vez en la vida existen personas a las cuales les resulta bastante fácil adaptarse a los cambios, como también hay algunas que les resulta un tanto complicado pero, que finalmente ceden y se acomodan a este cambio. Y como en todo orden de cosas existen también personas que se niegan rotundamente a los cambios, ya sea por los motivos antes mencionados, como también por mera negativa o ignorancia personal.
El camino al éxito en distintas oportunidades está lleno de incertidumbres y de momentos poco gratos, pero en gran parte el hecho de infundirnos miedo a nosotros mismos no nos ayuda absolutamente en nada, al contrario sería el hecho de pensar positivamente  y tener un punto vista mas elevado de las cosas.
En cierta forma el temor al fracaso debiera desaparecer en la medida de que yo como persona me convenza y valore mis capacidades, mis aptitudes y la forma de asumir nuevos desafíos. Si bien es cierto a veces nos encontramos en la situación inevitable de sentir miedo, podemos lograr que este temor “juegue” a nuestro favor, de la manera en que utilicemos este temor como herramienta de empuje a movernos por un cambio y no caer en la frustración.

Los cambios se producen constantemente, ya sea que uno los espere o no, solo dependerá de nosotros mismos si estas situación llegase a sorprendernos. Y es nuestro deber encontrar el camino y dejar aquellas comodidades y temores que nos aquejan, ya que, nadie más lo puede hacer por nosotros.
De esta manera nuestras convicciones deben ir apuntadas a lo nuevo, a la motivación, a anticiparse a los cambios y a actuar con una mayor eficacia y rapidez, a buscar la felicidad y el bienestar espiritual a través del cambio.
Lo importante de esto es darse cuenta de los errores que se están cometiendo y a la vez reconocerlos como tales para así poder generar algún aprendizaje y no cometerlos nuevamente. Así de esta forma se alejarán nuestros miedos y llegará el momento de la recompensa.
Finalmente podemos rescatar una buena moraleja:
“No dejarse atrapar por la comodidad ni los miedos y estar siempre buscando nuevas oportunidades”.



Nombre: Eric Márquez T.
Curso: 1° B PEV.
Área: Trabajo Social.
Profesor: Ricardo Cristi López.

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